Radio Nederland recibió desde Egipto la siguiente advertencia: “¡prevengan a los turistas holandeses contra el ´bezness´!”. El fenómeno de los “delincuentes del amor”, quienes lanzan sus ataques sobre ingenuas occidentales, estaría proliferando de nuevo en Egipto, Turquía, Marruecos y Túnez.
“Bezness” es una deformación de la palabra inglesa business (negocios), pero en realidad se trata de crimen organizado en el que hay mucho dinero en juego. Marjolein –nombre ficticio- vive desde hace cuatro años en el balneario egipcio de Sharm el-Sheikh donde, según nos cuenta, dice ver estos casos con sus propios ojos.
Artículos relacionados
Desarticulan en España la primera red de prostitución masculina
5 mil niños trabajan en la prostitución en Holanda
¿Hay prostitutas felices?
Historias sin final feliz
Los supuestos jóvenes enamorados comienzan un romance con una turista, aunque en realidad se trata de cuatro cosas bien diferentes: dinero, un visado con el que poder acceder a un país occidental, sexo y la oportunidad de evitar el servicio militar tras la boda con una mujer extranjera.
Marjolein: “Veo cómo mujeres holandesas se vuelven a casa tras una boda o un noviazgo. Se las intimida o aísla, se abusa de ellas y se les amenaza. A veces pierden el contacto con familia y amigos y todo su dinero va a parar a su amante. Se trata de un auténtico delito, con elevados beneficios.”
Mujeres jóvenes
El “Bezness” no es nada nuevo. Sin embargo, los métodos y las víctimas han cambiado con respecto a hace algunas décadas. En palabras de Marjolein, ya no se trata de mujeres maduras en busca de un gigoló. Por el contrario, cada vez apuntan más a mujeres jóvenes. Los donjuanes tantean meticulosamente quién está abierto a un romance y quién tiene dinero. Más tarde aparecen las exigencias económicas.
Fantásticos embaucadores
Marjolein: “Ocurre cientos de veces al año, no sólo en Egipto sino también en Túnez, Marruecos y Turquía. Son verdaderos embaucadores y grandes actores. Creo que muchas mujeres occidentales ya no están acostumbradas a todas esas atenciones y romanticismo, y sucumben a ello.”
“Entra por un momento en un cibercafé y verás a ese tipo de jóvenes”, continúa Marjolein. “Telefonean a sus amantes a Holanda: ‘Hi love, how are you?, mi padre está enfermo y no podemos pagar la factura del médico’. O bien se trata de construir una casa para un futuro juntos. ‘Sí por favor, envía dinero rápidamente’.”
Confianza ciega
En el pasado, Marjolein ha ayudado a mujeres holandesas victimizadas. Cita a turistas que en sus momentos de pasión se comportan ingenuamente. Marjolein tiene sus reservas al tratarse de bodas entre holandesas y un egipcios.
Marjolein: “Si llega a un 5% los casos normales –es decir, sin engaño, aprovechamiento, reclusión o una segunda mujer egipcia- eso ya me parecería mucho. Las mujeres son tan ingenuas que son capaces de sacar miles de euros del banco para cubrir todo tipo de maravillosos planes.”
“A veces les pregunto: ¿harías eso también en Holanda, sin contrato? Hubo una mujer que firmó una deuda de 30.000 euros. No entendía nada de lo que estaba firmando en lengua árabe, sin embargo confiaba en su amante con los ojos cerrados.”
Ley egipcia
Marjolein advierte: “asegúrate de que conoces tus derechos y ve acompañada de tu propio traductor. Pero tú sola nunca serás lo suficientemente fuerte. Según dicta la ley, un marido egipcio puede prohibir viajar a su mujer, y en caso de divorcio, los niños permanecerán con el marido o su familia.”
Y aún queda otro consejo: “muchos implicados en el “bezness” están activos en el turismo. Si te aproximas a un hombre en la calle y éste bebe alcohol, entonces ten cuidado, se dice a menudo. No obstante, según Marjolein, sobre todo es importante que las mujeres se mantengan con los pies en la tierra: “piensa bien las cosas aunque estés muy enamorada.”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario