El período de los diádocos


La prematura muerte de Alejandro supuso que sus herederos directos no tuviesen la edad necesaria como para afrontar la tarea de gobernar el imperio. De los dos hijos varones de Alejandro, Heracles (hijo de Barsine) tenía 4 años, mientras que Alejandro (hijo de la princesa bactriana Roxana) no había nacido aún en el momento de la muerte de su padre. De esta forma, los llamados diádocos, los generales y oficiales de Alejandro a lo largo de la campaña persa, fueron quienes lucharon por el control del imperio durante 40 años, hasta el año 281 a. C. Las sucesivas guerras en las que se enfrentaron Pérdicas, Ptolomeo, Casandro, Lisímaco, Antígono y Seleuco, por citar a los más relevantes, acabaron tanto con la cohesión del imperio (repartido finalmente entre los vencedores) como con los familiares de Alejandro: su madre Olimpia, su hermana Tesalónica, y sus dos hijos.

Las regiones de Grecia, Macedonia y Asia Menor fueron las que más profundamente se vieron afectadas por las incesantes campañas militares que enfrentaron a los diádocos, mientras que la parte oriental del imperio se separó rápidamente, creándose varios reinos griegos en Bactriana. Los generales prestaron poca atención a la pérdida de los territorios orientales, puesto que lo esencial para ellos era hacerse con el control total del imperio luchando contra sus rivales. La excepción fue Ptolomeo, uno de los compañeros de infancia de Alejandro, del que algunos autores aventuran que era un hijo ilegítimo de Filipo II. Con inteligencia se apoderó en seguida de Egipto y se apresuró a crear un estado duradero, renunciando a las ambiciones imperiales que consideraba poco realistas. Fue uno de los principales artífices de la ruina de la causa imperial, convirtiéndose de esta forma en uno de los fundadores del mundo helenístico.

Sin embargo, Antígono y su hijo Demetrio fueron quienes más lucharon por restablecer el Imperio macedónico, llegando a controlar Anatolia y el Levante mediterráneo antes de ser derrotados por una coalición del resto de los diádocos (excepto Ptolomeo) en la batalla de Ipso (301 a. C.). Muerto Antígono, Demetrio huyó a Europa, donde consiguió apoderarse temporalmente de Macedonia, antes de ser derrotado y terminar sus días miserablemente como prisionero de Seleuco. El hijo mayor de Ptolomeo I, Ptolomeo Cerauno, fue expulsado de Egipto por su padre, refugiándose en casa de su cuñado Lisímaco en Tracia, y apoderándose de su reino y de Macedonia, tras lo cual llegó a asesinar a Seleuco, que se enfrentaba a él. El Medio Oriente estaba, por tanto, dominado por las ambiciones de estos generales, que con presteza se coronaban reyes, apoyados por sus tropas, constituidas generalmente por mercenarios griegos y macedonios.

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