Troya en las fuentes egipcias


No es segura la mención de Troya en las fuentes egipcias de la Edad del Bronce. Sin embargo, algunos eruditos han investigado la relación que podría tener con las inscripciones de Medinet Habu que cuentan la batalla de los egipcios de la época de Ramsés III contra los pueblos del mar, que intentaron una invasión de su territorio en 1186 a. C.

Según las inscripciones, los egipcios derrotaron en una batalla terrestre y en otra marítima a una coalición de pueblos de identificación dudosa. Entre las denominaciones de los pueblos que componían la coalición figuran los weshesh (que podrían tener relación con Wilusa) y los tjeker (que se han puesto en relación con los teucros).

Troya en las fuentes hititas

La ciudad de Troya estuvo habitada desde la primera mitad del III milenio a. C., pero su momento de mayor esplendor coincidió con el auge del imperio hitita.

En 1924, poco después del desciframiento de la escritura hitita, Paul Kretschmer había comparado un topónimo que aparece en fuentes hititas, Wilusa, con el topónimo griego Ilios, usado como nombre de Troya. Los eruditos, basándose en pruebas lingüísticas, establecieron que el nombre Ilios había perdido una digamma inicial y anteriormente había sido Wilios.

A esto se unía otra comparación entre un rey de Troya que aparece escrito en documentos hititas, denominado Alaksandu, y Alejandro, usado en la Ilíada como nombre alternativo de Paris, príncipe troyano.

Estas propuestas de identificación de Wilusa con Wilios y de Alaksandu con Alejandro en principio fueron motivo de controversia: era dudosa la situación geográfica de Wilusa y en fuentes hititas aparece también el nombre de Kukunni como rey de Wilusa y padre de Alaksandu, sin aparente relación con la leyenda de Alejandro, aunque algunos han señalado que este nombre podría tener su equivalente en griego en el nombre Κύκνος (Cicno), otro personaje del ciclo troyano.

Sin embargo, en 1996, Frank Starke probó que, efectivamente, la localización de Wilusa debe situarse en el mismo lugar donde está la región de la Tróade.

No obstante, algunos arqueólogos como Dieter Hertel todavía se niegan a aceptar esta identificación entre Wilusa e Ilios.

Los principales documentos hititas que mencionan a Wilusa son:

* El llamado Tratado Alaksandu, que fue un pacto entre el rey hitita Muwatallis II y Alaksandu, rey de Wilusa, datado a principios del siglo XIII a. C. Del texto de este tratado se ha deducido que Wilusa tenía una relación de subordinación respecto del Imperio Hitita.

Entre los dioses que son nombrados en el tratado como testigos del pacto figuran Apaliunas, que algunos investigadores han identificado con Apolo, y Kaskalkur, cuyo significado es camino al inframundo. Sobre Kaskalkur, el arqueólogo Korfmann indica que:
De este modo se designaban los cursos de agua que desaparecían en el suelo de las regiones cársticas y volvían a surgir al exterior, pero los hititas también usaban este concepto para las galerías de agua instaladas artificialmente.

Esta divinidad ha sido por ello asociada al descubrimiento de una cueva con un manantial a 200 metros al sur del muro de la acrópolis que se ha datado a principios del tercer milenio a. C. y en torno a la cual podrían haber surgido mitos.

También se ha señalado la coincidencia que supone la alusión del autor Esteban de Bizancio a que un tal Motylos, que podría ser una helenización del nombre de Muwatalli, prestó hospitalidad a Alejandro y Helena.

* Una carta escrita por el rey de Seha (estado vasallo hitita) Manapa-Tarhunta al rey Muwatallis II, y por tanto datada también alrededor de 1295 a. C., donde se da información de un tal Piyamaradu que había encabezado una expedición militar contra Wilusa y contra la isla Lazba, identificada por los investigadores con Lesbos.

* En la Carta de Tawagalawa (h. 1250 a. C.), generalmente atribuida a Hattusil III,[25] el rey hitita hace referencia a antiguas hostilidades entre los hititas y los ahhiyawa posiblemente sobre Wilusa, resueltas de manera amistosa en esta carta:[26] «Ahora es cuando hemos llegado a un acuerdo en el asunto de Wilusa respecto al cual estuvimos enemistados».

La última mención de Wilusa conservada en fuentes hititas aparece en un fragmento de la llamada carta de Millawanda, remitida por rey Tudhalia IV (1240-1215 a. C.), a un destinatario desconocido. En ella, el rey de los hititas explica que va a usar todos los medios a su alcance para reponer en el trono de Wilusa a Walmu, un sucesor de Alaksandu que había sido destronado y exiliado. Sin embargo, T. R. Bryce, dice que este hecho es mencionado con anterioridad, consignándolo en su reinterpretación de la Carta de Tawagalawa.

Además, en un informe del rey Tudhalia I (1420-1400 a. C.), éste declara que tras una expedición de conquista, una serie de países le declararon la guerra, en cuya lista se encuentran, seguidos: «...el país Wilusiya, el país Taruisa...».

Algunos investigadores, como Garstang y Gurney, han deducido que Taruisa podría identificarse con Troya; sin embargo, esta equivalencia no cuenta aún con el respaldo de la mayoría de los hititólogos.

Guerra de Troya

Durante el reinado de Príamo, y a causa del rapto de Helena de Esparta por el príncipe troyano Paris, los griegos micénicos, comandados por Agamenón, tomaron Troya tras haber puesto sitio a la ciudad durante diez años.

Eratóstenes fechó la Guerra de Troya entre el 1194 y el 1184 a. C., la Marmor Parium entre el 1219 y el 1209 a. C., y Heródoto en el 1250 a. C.

La mayoría de los héroes de Troya y de sus aliados murieron en la guerra, pero unos pocos, liderados por Eneas, lograron sobrevivir y navegaron hasta llegar primero a Cartago y luego a la Península Itálica, donde llegaron a ser los ascendientes de los fundadores de Roma. A los primeros asentamientos de estos supervivientes en Sicilia y en Italia se les dio igualmente el nombre de Troya. Los barcos troyanos en los que viajaron fueron transformados por Cibeles en náyades, cuando iban a ser quemados por Turno, el rival de Eneas en Italia.

Según narran Tucídides y Helánico de Lesbos, otros troyanos supervivientes se establecieron en Sicilia, en las ciudades de Erice y Egesta, recibiendo el nombre de élimos. Además, Heródoto comenta que los maxies eran una tribu del oeste de Libia cuyos miembros afirmaban ser descendientes de los hombres llegados desde Troya.

Algunos de estos relatos míticos, a veces con contradicciones entre sí, aparecen en la Ilíada y la Odisea, los célebres poemas homéricos, y en otras obras y fragmentos posteriores.

Expedición de Heracles contra Troya

Los dioses Poseidón y Apolo construyeron los muros y fortificaciones alrededor de Troya para Laomedonte, hijo de Ilo. Cuando Laomedonte se negó a pagarles el salario convenido, Poseidón inundó la tierra y envió un monstruo marino que provocó estragos en la zona. Como condición para que cesaran los males sobre la ciudad, un oráculo demandó el sacrificio de Hesíone, hija del rey, para ser devorada por el monstruo, así que fue encadenada a una roca del litoral.
Heracles, que había llegado a Troya, rompió las cadenas de Hesíone e hizo un pacto con Laomedonte: a cambio de las yeguas divinas que Zeus había entregado a Tros, abuelo de Laomedonte, en compensación por el rapto de Ganimedes, Heracles liberaría la ciudad del monstruo.

Los troyanos y Atenea construyeron un muro que debía servir como refugio a Heracles. Cuando el monstruo alcanzó la obra defensiva, abrió sus enormes mandíbulas, y Heracles se arrojó armado en las fauces del monstruo. Después de tres días en su vientre causando destrozos, salió victorioso y completamente calvo.

En otras versiones, el enfrentamiento con el monstruo se situaba dentro del camino de ida de la expedición de los argonautas, y el modo en que Heracles mataba al monstruo era arrojándole una roca en el cuello.

Pero Laomedonte no cumplió su parte del pacto, sustituyendo dos de las yeguas inmortales por dos yeguas ordinarias y como represalia Heracles, encolerizado, le amenazó con atacar Troya y embarcó de vuelta a Grecia.

Pasados unos años, encabezó una expedición de castigo de dieciocho naves, después de reclutar en Tirinto un ejército de voluntarios entre los que se encontraban Yolao, Telamón, Peleo, el argivo Ecles hijo de Antífates, y Deímaco el beocio. Telamón tuvo una actuación destacada en el asedio de la ciudad al abrir brecha en las murallas de Troya y entrar el primero. Capturada Troya, Heracles mató a Laomedonte y a sus hijos, excepto al joven Podarces.

Hesíone fue entregada a Telamón como recompensa y se le permitió llevarse a uno cualquiera de los prisioneros. Ella eligió a su hermano Podarces y Heracles dispuso que antes debía hacerse esclavo y luego ser rescatado por ella. Hesíone se quitó el velo de oro de la cabeza y lo dio como rescate. Esto le valió a Podarces el nombre de Príamo que significa «rescatado».

Después de haber quemado la ciudad y devastado los alrededores, Heracles se alejó de la Tróade con Glaucia, hija del dios-río Escamandro, y dejó a Príamo como rey de Troya, en virtud de su sentido de la justicia, pues fue el único de los hijos de Laomedonte que se opuso a su padre y le aconsejó que entregara las yeguas a Heracles.

Troya

Troya es una ciudad tanto histórica como legendaria, donde se desarrolló la Guerra de Troya. La palabra Wilusa es de origen hitita y, según los estudios de Frank Starke en 1997, de J. David Hawkins en 1998 y de W. D. Niemeier en 1999, indica la Troya homérica.

En griego se llamaba Τροία (Troia), Τροίας (Troias), también llamada Ίλιον (Ilión) o Ίλιος (Ilios), Wilusa (en hitita) y Truva (en turco).

Esta célebre guerra fue descrita, en parte, en la Ilíada, un poema épico de la Antigua Grecia. Este poema se atribuye a Homero, quien lo compondría, según la mayoría de la crítica, en el siglo VIII a. C. Homero también hace referencia a Troya en la Odisea. La leyenda fue completada por otros autores griegos y romanos, como Virgilio en la Eneida.

La Troya histórica estuvo habitada desde principios del III milenio a. C. Está situada en la actual provincia turca de Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos (Helesponto), entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en el acceso al Mar Negro (Ponto Euxino). En su entorno se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se divisa la cercana isla de Ténedos.

Las especiales condiciones del estrecho de los Dardanelos, en el que hay una corriente constante desde el Mar de Mármara hacia el Mar Egeo y donde suele soplar un viento del nordeste durante la estación de mayo a octubre, hace suponer que los barcos que en la antigüedad pretendían atravesar el estrecho debían esperar a menudo condiciones más favorables durante largas temporadas en el puerto de Troya.

Tras siglos de olvido, las ruinas de Troya fueron descubiertas en las excavaciones realizadas en 1871 por Heinrich Schliemann. En 1998, el sitio arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, afirmando que:
Tiene una inmensa significancia para el entendimiento de la evolución de la civilización europea en un estado básico de sus primeras etapas. Es, además, de una excepcional importancia cultural por la profunda influencia de la Ilíada de Homero en las artes creativas durante más de dos milenios.

Mersin en la actualidad

Hoy, Mersin es una gran ciudad que se extiende a lo largo de la costa. Cuenta con el segundo rascacielos más alto de Turquía, grandes hoteles, un teatro de ópera, propiedades de lujo junto al mar o en las colinas, y muchos servicios urbanos más, aunque sin llegar a la vida nocturna y la cultura de Estambul o Esmirna.

El ayuntamiento está intentando recuperar la costa con paseos, parques y estatuas; aún quedan palmeras a ambos lados de la calle, donde los jóvenes suelen reunirse para ir a cafeterías y pastelerías de barrios como Pozcu o Çamlıbel. El centro de la ciudad es un laberinto de calles estrechas y galerías con tiendas y cafeterías. El casco antiguo se encuentra cerca de la lonja y allí se pueden encontrar puestos callejeros donde se vende tantuni y bocadillos de hígado a la parrilla.

Uno de los elementos que destacan en la ciudad son los paneles solares; se encuentran en numerosos edificios.

Turquía tiene previsto construir su primera central nuclear en Mersin. En marzo de 2008, se abrió el concurso para la construcción de la central. Grupos ecologistas, como Greenpeace, han anunciado su oposición al plan.

Göbekli Tepe


Descubierto en 1963, tuvo que esperar hasta mediados de los años 1990 para que científicos alemanes del Deutsche Archäologische Institut (DAI) iniciaran la exploración del lugar.

El DAI considera a Göbekli Tepe como el lugar de culto religioso más antiguo del mundo.

El conjunto está compuesto principalmente por columnas de tres metros de altura excavadas a partir de la roca de la cima. Las prospecciones geomagnéticas indican que debe de haber unas 200 de ellas. Estos monolitos están cubiertos de relieves grabados con figuras de animales. En muchos de los relieves se han descubierto signos abstractos y geométricos.

Göbekli Tepe pudo haber sido un espacio dedicado al culto de los muertos. No se han encontrado ningún vestigio de haber sido habitado. Este lugar nunca fue destruido, simplemente fue enterrado premeditadamente, con tierra y piedras.

La DAI pronostica que la exploración se extenderá durante más de dos décadas.

Foto de los restos prehistoricos de Trepuco

Çatal Höyük


Çatal Höyük o Çatalhöyük (también Çatal Hüyük, siendo çatal: ‘tenedor’, y hüyük: ‘túmulo’) es un antiguo asentamiento humano del período neolítico y de la edad de Bronce, siendo el ejemplar más grande de urbanismo neolítico en el Oriente Medio. Çatal Höyük está ubicado al sur de la península de Anatolia, en la planicie de Konya, cerca del poblado de Konya, en la actual Turquía. En sus capas inferiores y más antiguas, este asentamiento data del 7500 a. C., aproximadamente. Según la Escuela de Lyon pertenece a los períodos 4 y 5 de la Prehistoria del Oriente Próximo.

Las casas en Çatal Höyük se construían en medianería, sin calles ni pasajes, y el acceso a las viviendas se hacía por el tejado, utilizando escaleras que iban de un nivel al otro. Como material utilizaban el adobe y para la cubierta vigas de madera escuadradas, y arcilla apisonada.

En su apogeo este asentamiento cubría 16 hectáreas, demostrando una elevada prosperidad para su época y debía albergar alrededor de un millar de familias, es decir, una población de más de 10.000 personas.

Esta ciudad prehistórica poseía una cultura relativamente avanzada así como elaboradas técnicas de fabricación de cerámica, y mantenía relaciones comerciales con puntos distantes en la península. Dentro de la ciudad se han encontrado restos de templos. En los muros de los santuarios se encontraron frescos que representaban escenas de caza y danzas rituales. También se encontraron esculturas con cabezas de toros y osos, mujeres en posición de dar a luz y la figura de la Diosa Madre dominando animales.

Al haberse encontrado residuos en las excavaciones, se sabe que en las campiñas cercanas a Çatal Höyük ya se cultivaba el trigo, el sorgo, los chícharos y las lentejas, y se recolectaban manzanas, alfóncigos (pistachos) y almendras. Al parecer no se practicaba la ganadería, por lo que la carne se obtenía de la caza (ciervos, jabalíes y onagros).

El sitio de Çatal Höyük era sede de numerosos intercambios comerciales (madera, obsidiana, sílex, cobre y conchas del Mediterráneo), y se sabe que sus artesanos ya dominaban la labra del cobre, siendo de hecho, el ejemplo más antiguo en el Oriente Medio de tal actividad. La manufactura artesanal en Çatal Höyük se especializaba en numerosos productos: puntas de flecha, lanzas, puñales de obsidiana y de sílex, masas en piedra, figurillas en piedra y arcilla, textiles, cuencos, recipientes y joyería (en particular, con perlas). Gracias al clima seco de esta zona se han conservado restas de tejidos, por lo que sabemos que eran de excelente calidad. también se han encontrado sellos de barroque servirían para estampar los trajes con distintos dibujos, que se parecen mucho a los de las alfombras turcas actuales.

Esta civilización estaba en pleno desarrollo cuando fue cortada brutalmente hacia el 4700 a. C. por un incendio, que coció el adobe y permitió que paredes de hasta 3 metros quedaran en pie. La mayoría de los establecimientos fueron destruidos o abandonados.

Trenzados de fibras


Empiezan a usarse los primeros trenzados de fibras. Probablemente los primeros se hicieron toscamente con ramas. La técnica fue evolucionando hasta llegarse a cestos bastante bien logrados en el Neolítico, producto de la necesidad de recolección de frutos, que existía hacia cientos o miles de años. Los cestos se hicieron de mimbre. En éstas, los humanos se dieron cuenta, por causas desconocidas, quizás por casualidad, de que algunos productos, como la lana, el lino y el cáñamo (y luego otros) podían estirarse mediante un tosco huso o una barra de madera redonda, a modo de imitación de los tejidos de los cestos podían tejerse estos hilos y fabricar telas. Seguramente al principio se pensó utilizar el invento para hacer cestas más ligeras, antes de destinarlos a telas de vestidos. Otra prenda muy difundida es el saco, tejido en esparto.

La vida en el Neolítico


El cambio climático provoca una lenta conversión de la economía de subsistencia, basada en la caza, hacia una economía más estable de base ganadera y apoyada en los cultivos. Se aprecia que el hombre deja las montañas para desplazarse hacia los llanos en persecución de sus presas de caza. El hombre vuelve a las cuevas aunque en algunos puntos pudo conservar la utilización de chozas en las cercanías de ríos.

El desarrollo de la ganadería da lugar a la trashumancia y a los contactos relativamente frecuentes con gentes de otras tierras, existiendo una mayor intercomunicación entre las diversas tribus. Para las hachas y otros instrumentos se utiliza la piedra pulida y los útiles y algunas herramientas se fabrican frecuentemente con hueso. Aparecen también útiles de obsidiana.

La alfarería


Un descubrimiento de capital importancia para la vida del hombre, y que tuvo un desarrollo muy rápido, es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para líquidos y facilitó enormemente la vida del hombre, que ya no necesitaba estar permanentemente en las cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los recipientes de alfarería. Solo necesitaba desplazarse periódicamente para renovar el abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.

Antes se usaban calabazas vacías (que podían contener agua pero no podían ponerse al fuego) y cestos de mimbre (que no podían contener agua). Posteriormente estos recipientes de mimbre se impermeabilizaron con la arcilla seca al sol o cocida al fuego. Más tarde aprendieron a dar la forma a la arcilla con un esqueleto de mimbre muy simple y luego sin esqueleto. La forma era a menudo de calabaza y las dimensiones parecidas al cesto de mimbre.

Los cazadores usaban en raras ocasiones las piezas de arcilla (por ejemplo, no servían como carcaj por su fragilidad), prefiriendo las de mimbre o de tejidos. En cambio, a los ganaderos y agricultores les proporcionaba seguridad en el almacenamiento de agua y otros productos lo cual, junto con los medios de conservación de la carne, les hacía menos dependientes de la caza diaria.

En esta época se difunde el uso de las piezas de alfarería, cuya utilización en la Península Ibérica es segura, existiendo restos del Neolítico medio.

Aparecida la alfarería, el hombre intenta decorarla. Hay indicios de que las primeras decoraciones se hacían con cuerdas, utilizadas a menudo de refuerzo, pero después se introdujeron otras variantes: la acanaladura, el cordón (línea en relieve a modo de cuerda, ligeramente debajo del borde) y las asas de diversos tipos.

La cerámica de la época inicial (hacia el 4000 a. C.) es de la llamada «cardial», con incisiones de diversos tipos en la arcilla blanda pero ya moldeada, hechas con los dedos o con punzones o espátulas de hueso o piedra pulida. Recibe el nombre de cardial por estar producidas la mayoría de las incisiones con la concha de un molusco llamado Cardium edule (berberecho). Las incisiones, a menudo combinadas, buscaban efectos simétricos.

Deportes


El deporte más popular en Turquía es el fútbol. Entre los equipos más laureados se incluyen Galatasaray, Fenerbahçe y Beşiktaş. En 2000, el Galatasaray cimentado su papel como un importante club europeo al ganar la Copa de la UEFA y la Supercopa de la UEFA. Dos años más tarde la Selección de fútbol de Turquía terminó tercera en la Copa Mundial de Fútbol de 2002. El equipo nacional turco también llegó a la semi-final de la Eurocopa 2008. Otros deportes como el baloncesto, el voleibol y el automovilismo (tras la inclusión del Circuito de Estambul en el calendario de la Fórmula 1) también han pasado a ser popular recientemente. El equipo nacional de baloncesto quedó segundo en el EuroBasket 2001, mientras que Efes Pilsen S.K. ganó la Copa Korac en 1996, quedó segundo en la Copa de Europa de 1993, y han llegado a la final de la Euroliga en 2000. Jugadores de baloncesto turco también han tenido éxito en la NBA. En junio de 2004, Mehmet Okur ganó el Campeonato de la NBA en 2004 con los Detroit Pistons, convirtiéndose en el primer jugador turco en ganar un título de la NBA. Otro jugador turco éxito en la NBA es Hidayet Türkoğlu, distinguido como el Jugador Más Mejorado de la NBA en la temporada 2007-2008.

El deporte nacional turco tradicional ha sido el Yagli (Lucha Libre engrasada) desde los tiempos otomanos. Estilos internacionales de lucha libre regulados por la FILA, como la Lucha libre deportiva y lucha grecorromana son también populares. Otro deporte en el que los turcos han sido exitosos internacionalmente es la Halterofilia; tanto hombres como mujeres, han roto numerosos récords mundiales y ganadó varios títulos de campeonatos europeos, mundiales y olímpicos. Naim Suleymanoglu ha alcanzado estatus legendario como uno de los pocos halterófilos que ha ganado tres medallas de oro en tres Juegos Olímpicos.

Cultura


Turquía tiene una cultura muy diversa que es una mezcla de diversos elementos de la Oğuz y turcos de Anatolia, otomano (que es en sí misma una continuación la cultura greco-romana y la cultura islámica), y la cultura occidental y las tradiciones que se iniciaron con la occidentalización del Imperio otomano continúa actualmente. Esta mezcla es el resultado del encuentro de los turcos y su cultura con los de los pueblos que se encontraban en su camino durante su migración de Asia central hacia el Oeste. Turquía se ha transformado en un moderno estado-nación con una fuerte separación de estado y religión, seguidos por un aumento en los medios de expresión artística. Durante los primeros años de la república, el gobierno invirtió gran cantidad de recursos en bellas artes, tales como museos, teatros, y la arquitectura. Debido a diferentes factores históricos que desempeñan un papel importante en la definición de la identidad turca moderna, la cultura turca es un producto de los esfuerzos por ser "moderna" y occidental, junto con la necesidad de mantener consideraciones religiosas tradicionales y valores históricos.

La música turca y la literatura son ejemplos de esa mezcla de influencias culturales. Muchas escuelas de música son populares en todo el país, de géneros "arabescos" al hip-hop, contribuyendo así a una mezcla de la tradición turca de Asia central, islámica y tradiciones europeas en los tiempos modernos. La literatura turca fue muy influida por literatura persa y árabe durante la mayor parte de la época otomana, aunque hacia el final del Imperio Otomano el efecto del pueblo turco y las tradiciones literarias occidentales aumentaron en importancia. La mezcla de influencias culturales es dramatizada, por ejemplo, en la obra de Orhan Pamuk, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2006.

Directores de cine turcos han ganado numerosos premios prestigiosos en los últimos años. Nuri Bilge Ceylan ganó el Premio Mejor Director 2008 en el Festival de Cine de Cannes. Director de cine Fatih Akın, que vive en Alemania y tiene la doble nacionalidad turco-alemán, ganó el premio Oso de Oro en 2004 el Festival de Cine de Berlín con la película Contra la pared. En 2007, Akın ganó el Premio LUX del Parlamento Europeo, con la película Al otro lado. Otro famoso director de cine turco es Ferzan Özpetek.

Elementos arquitectónicos encontrados en Turquía son también testamento de la singular mezcla de tradiciones que han influido en la región a lo largo de los siglos. Además de los elementos de tradición bizantina presentes en numerosas partes de Turquía, muchos artefactos de la arquitectura otomana más tarde, con su mezcla de los entes locales y tradiciones islámicas, se encuentran en todo el país, así como en muchos de los antiguos territorios de los otomanos. Desde el siglo XVIII, la arquitectura turca ha sido cada vez más influenciada por los estilos occidentales, y esto puede ser visto particularmente en Estambul, donde los edificios como la Mezquita Azul y el Palacio de Dolmabahçe se yuxtaponen junto a numerosos rascacielos modernos, todos ellos en representación de diferentes tradiciones.